lunes, 6 de abril de 2009

La derrama económica es de 10 mil 200 mdp al año

Claudia Alcántara
Viernes, 3 de abril de 2009

* Tres tipos de viajero integran el segmento.
* 225 mil extranjeros vinieron al país con ese motivo.
* Templos, otro de los atractivos turísticos.


Con un potencial anual de 34 millones de visitas nacionales a templos religiosos del país que generan una derrama económica de diez mil 200 millones de pesos, la Secretaría de Turismo (Sectur) federal buscará este año echar a andar la primera fase de un programa especial para impulsar, por primera vez -en forma y en serio-, el denominado turismo religioso como un segmento turístico.

En un inicio se espera la creación y promoción de dos circuitos turísticos ex profeso y, de forma paralela, preparar junto con los gobiernos locales la infraestructura turística que se requiere para atender al visitante religioso.

Después se buscaría lograr convertir al país en uno de los principales destinos turísticos captadores de peregrinaciones masivas que llegan del extranjero, como hoy lo son Tierra Santa, Jerusalén, Ciudad del Vaticano, Roma, y Lourdes, Francia.

El subsecretario de planeación turística de la Sectur, Alejandro Moreno, indicó que desde el año pasado se ha trabajado en el tema, para lo cual contrataron un estudio para dimensionar el valor del mercado que representa el turismo religioso, y con ello identificar el potencial que tiene México.

Reconoció que este turismo se ha dado de manera natural, o bien ha sido fomentado por operadores turísticos o al interior de las comunidades religiosas, pero estimó que una vez teniendo claridad de cómo opera y su valía, podrá atenderse de manera formal, y de acuerdo con un programa desarrollado por etapas.

Aún pocos foráneos

En entrevista, el funcionario detalló que el turismo espiritual, como también se le conoce, tiene como motivación dos vertientes: la religiosa y la de reflexión.

Expuso que la vertiente religiosa se divide a su vez en el peregrino que sólo tiene una motivación de fe; es decir, alguien que sale de su lugar de origen, se traslada a cualquier sitio o templo donde haya una imagen de adoración. Va, cumple su manda o promesa autoimpuesta y se regresa a su casa.

El turista religioso, per sé, en un principio es un peregrino, tiene además un interés cultural y, por ello, busca servicios y una estancia placentera, apuntó.

A su vez, el turista secular no tiene una motivación mística o religiosa al visitar el lugar de culto, sino que acude atraído por un deseo de tipo cultural, histórico o social: "Se mete a la iglesia, simplemente porque quiere tomar una foto."

Expuso que en el mundo estos tres subsegmentos, realizaron cerca de 300 millones de viajes, lo que generó una derrama de 18 mil millones de dólares en los últimos 30 años, de acuerdo con The World Religious Travel Association (WRTA) 2007.

En México, precisó, la llegada de turistas extranjeros, cuyo principal motivación es el tema religioso -sin considerar seculares-, no es grande: en los últimos ocho años el volumen de visitas se sitúa en tan sólo 225 mil, cifra pequeña si se estima que nuestro país recibe más de diez millones de turistas extranjeros al año.

Moreno indicó que se desconoce cuál es la derrama que han generado estos visitantes y sus orígenes, pero calculó que si el gasto por persona fuera de un mínimo de 500 dólares, se podría hablar de poco más de 12 millones de dólares, en números conservadores.

Sobre el origen, dijo, la mayoría llega procedente de Estados Unidos, muchos de ellos mexicanos nacidos en ese país.

Al respecto, Jesús Marín, presidente y director general de Aviamex Tours of México, indicó que en su caso, en 2008 atendieron de tres mil 320 a cuatro mil 150 turistas extranjeros, que llegaron con el propósito de visitar un templo religioso nacional, por lo que si se multiplica por cuatro; es decir, por el resto de empresas mayoristas que atraen similar número de clientes, podría dimensionarse que anualmente se reciben hasta 16 mil 600 turistas internacionales.

El directivo de la operadora mayorista de viajes, especializada en este turismo, comentó que los principales orígenes de los viajeros son Perú, Venezuela, Colombia, Argentina y Brasil, países que tienen muy arraigada la religión católica, así como islas caribeñas como Curasao y Antillas Holandesas, y de naciones lejanas como Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda.

Estimó que la estancia promedio de este turista religioso es de siete a 15 noches -llega a hoteles de cinco estrellas-, y realiza un gasto por persona de 120 a 150 dólares diarios, entre alojamiento y alimentos, independiente a otro tipo de compras.

Consideró que a diferencia del turista de sol y playa, que en muchas ocasiones llega por medio de operadores foráneos a hoteles extranjeros, la derrama económica que generan sí se queda en el país.



Potencial extraordinario



Alejandro Moreno aseguró que integrando un producto turístico más rico, y con la difusión adecuada, podría atraerse a una fracción mayor de los 76.9 millones de católicos que existen sólo en Estados Unidos, considerado después de Brasil y de México, el tercer país con más practicantes de la fe.

Adelantó que este año arrancarán el plan piloto en el centro de país, mediante la creación de dos circuitos. El primero recorrerá la iglesia de Plateros, en Fresnillo, Zacatecas, el templo del Niño de las Palomas, también en Zacatecas, el Cristo Roto de San José de Gracia, en Aguascalientes, la Virgen de San Juan de los Lagos, y San Toribio -proclamado como patrón de los migrantes-, en Jalisco.

El segundo prevé la Basílica de Guadalupe, la Virgen de Dolores de Soriano, en Querétaro; el Cristo del Cerro del Cubilete, en Silao; y la Virgen de San Juan de los Lagos, en Jalisco.

Abundó que además del tema promocional, se impulsará el equipamiento de servicios en las localidades, y la mejora regulatoria de forma transversal en los tres órdenes de gobierno, para apoyar la competitividad turística, y con ello fomentar la limpieza, la prestación de buenos servicios y evitar el comercio informal.

Por lo pronto, dijo que no tiene un dato preciso sobre la derrama económica que podría generar el esfuerzo, pero señaló que los resultados podrían verse hasta 2011.

Una vez que haya datos precisos, incluirán otras rutas que prevean los diez principales templos católicos más visitados, y realizarán un catálogo de festividades religiosas.

Harán lo mismo para fomentar la llegada de feligreses de otras religiones, las cuales realizan anualmente convenciones masivas.

Artículo publicado por en el periódico El Financiero en su informe especial el día 03 de abril de 2009

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