Turismo espiritual en Sant Esperit
La hospedería del monasterio franciscano de Gilet verá renovadas sus 42 estancias tras un lleno total en verano
La hospedería del monasterio de Sant Esperit en Gilet ofrece algo más que estancias a buenos precios. Presenta un cóctel de paz, cultura y naturaleza que ha llenado sus habitaciones este verano y que la orden franciscana pretende mejorar con la rehabilitación del complejo, gracias a las donaciones de particulares.
MARIÁN ROMERO El monasterio de Sant Esperit de Gilet se ha convertido en uno de los lugares más atractivos de la provincia de Valencia para el descanso. Así lo ponen de manifiesto los cientos de personas que pasan por su hospedería a lo largo del año, principalmente en Semana Santa y en verano, donde este peculiar espacio de recogimiento alcanza el lleno total.
Esta afluencia de visitantes ha consolidado este enclave de cultura, espiritualidad y belleza natural como una alternativa dentro del turismo de interior que la crisis, en parte, ha reactivado entre quienes buscan lugares emblemáticos para descubrir a precios asequibles y que aporten algo más que el simple hecho de ir de vacaciones.
Para recibir a sus particulares «turistas», Sant Esperit dispone de 42 habitaciones que ahora se quieren rehabilitar, en cuanto lo autorice la Conselleria de Cultura. «El proyecto está redactado, solo falta que nos den el visto bueno y esperamos que no sea muy tarde», comenta el prior, Fray Rafael Colomer.
De acuerdo con la misma filosofía de la orden franciscana que dirige el monasterio, el objetivo de estas obras es ofrecer al visitante «todas las comodidades que precise, pero dentro de la austeridad». Este último principio se sigue a rajatabla y es visible en la sencilla decoración del comedor y las estancias, que cuentan con una cama, una mesita de noche y un crucifijo.
No obstante, los problemas de grietas y humedades que han generado la orografía del terreno y las corrientes de agua que lo atraviesan han llevado a impulsar la rehabilitación de este edificio anexo al monasterio que ya fue remodelado hace ahora 30 años. Con esta obra, la intención de la orden es consolidar la hospedería creada en 1.800 y culminar el proyecto de lo que se ha venido a llamar la «Casa de la Espiritualidad», donde «el ecologista acampe buscando el gozo de la naturaleza, el artista se adentre para estudiar su historia y su arte y el religioso se retire para la oración».
Las obras cuentan con un presupuesto aproximado al millón de euros que sufragan donativos particulares y se concretan en la rehabilitación de tres plantas de habitaciones con baño privado, un comedor, tres salas polivalentes y la instalación de un ascensor.
Estos cerca de 1.000 metros cuadrados se completan con un entorno incomparable, en el corazón del parque natural de la sierra Calderona, todo un paraíso para los amantes del senderismo y el medio ambiente a tan sólo 35 kilómetros de la ciudad de Valencia y con precios más que asequible.
Esta hospedería ofrece en la actualidad una pensión completa por 38 euros, pero si el objetivo del turista es únicamente visitar el monasterio también puede hacerlo y quedarse a comer por 10 euros.
Pero los precios son lo de menos en este complejo. Lo importante es que todo aquel que lo visita, además de quedarse prendado del entorno, puede reencontrarse consigo mismo a través de la paz y la tranquilidad que emanan de sus muros de piedra.
El visitante puede rezar en comunidad con los frailes
El «Oficio Divino Diario» es uno de los atractivos que oferta este monasterio. Nada más y nada menos que da la posibilidad a quienes lo visitan de conocer los rezos franciscanos; abrir el templo a los que llegan y compartir con ellos y en comunidad sus oraciones. «Ésta es una de las cosas que más llama la atención del que viene a visitarnos, porque se trata de una oración que no se escucha en los templos ordinarios, puesto que el sacerdote la realiza en silencio», explicaba Fray Rafael.
Precisamente «la celebración del triduo pascual con los franciscanos» es una de las ofertas destacadas dentro de la web de Sant Esperit junto a las jornadas de convivencia familiar franciscana.
Pero aparte de esta opción dentro del hospedaje, los que llegan a esta Casa de la Espiritualidad, como le gusta definirla al prior, también tienen la oportunidad de asistir a los cursos de yoga, psicología familiar y ayuda familiar entre otros, que ofrecen en este singular enclave profesionales de la materia que solicitan y presentan con antelación sus proyectos para que sean revisados por la orden para su aprobación.
Dentro de este tipo de propuestas está el curso «Conectando con la sabiduría corporal», que será impartido los próximos 25 y 27 de noviembre por parte de un médico y una psicóloga. Pero la naturaleza es una parte importante de este monasterio. La oferta deportiva que sugiere este paraje de la Sierra Calderona, es aprovechada por muchos de los que se hospedan para practicar senderismo, ciclismo de montaña, excursionismo y otras alternativas.
MARIÁN ROMERO El monasterio de Sant Esperit de Gilet se ha convertido en uno de los lugares más atractivos de la provincia de Valencia para el descanso. Así lo ponen de manifiesto los cientos de personas que pasan por su hospedería a lo largo del año, principalmente en Semana Santa y en verano, donde este peculiar espacio de recogimiento alcanza el lleno total.
Esta afluencia de visitantes ha consolidado este enclave de cultura, espiritualidad y belleza natural como una alternativa dentro del turismo de interior que la crisis, en parte, ha reactivado entre quienes buscan lugares emblemáticos para descubrir a precios asequibles y que aporten algo más que el simple hecho de ir de vacaciones.
Para recibir a sus particulares «turistas», Sant Esperit dispone de 42 habitaciones que ahora se quieren rehabilitar, en cuanto lo autorice la Conselleria de Cultura. «El proyecto está redactado, solo falta que nos den el visto bueno y esperamos que no sea muy tarde», comenta el prior, Fray Rafael Colomer.
De acuerdo con la misma filosofía de la orden franciscana que dirige el monasterio, el objetivo de estas obras es ofrecer al visitante «todas las comodidades que precise, pero dentro de la austeridad». Este último principio se sigue a rajatabla y es visible en la sencilla decoración del comedor y las estancias, que cuentan con una cama, una mesita de noche y un crucifijo.
No obstante, los problemas de grietas y humedades que han generado la orografía del terreno y las corrientes de agua que lo atraviesan han llevado a impulsar la rehabilitación de este edificio anexo al monasterio que ya fue remodelado hace ahora 30 años. Con esta obra, la intención de la orden es consolidar la hospedería creada en 1.800 y culminar el proyecto de lo que se ha venido a llamar la «Casa de la Espiritualidad», donde «el ecologista acampe buscando el gozo de la naturaleza, el artista se adentre para estudiar su historia y su arte y el religioso se retire para la oración».
Las obras cuentan con un presupuesto aproximado al millón de euros que sufragan donativos particulares y se concretan en la rehabilitación de tres plantas de habitaciones con baño privado, un comedor, tres salas polivalentes y la instalación de un ascensor.
Estos cerca de 1.000 metros cuadrados se completan con un entorno incomparable, en el corazón del parque natural de la sierra Calderona, todo un paraíso para los amantes del senderismo y el medio ambiente a tan sólo 35 kilómetros de la ciudad de Valencia y con precios más que asequible.
Esta hospedería ofrece en la actualidad una pensión completa por 38 euros, pero si el objetivo del turista es únicamente visitar el monasterio también puede hacerlo y quedarse a comer por 10 euros.
Pero los precios son lo de menos en este complejo. Lo importante es que todo aquel que lo visita, además de quedarse prendado del entorno, puede reencontrarse consigo mismo a través de la paz y la tranquilidad que emanan de sus muros de piedra.
El visitante puede rezar en comunidad con los frailes
El «Oficio Divino Diario» es uno de los atractivos que oferta este monasterio. Nada más y nada menos que da la posibilidad a quienes lo visitan de conocer los rezos franciscanos; abrir el templo a los que llegan y compartir con ellos y en comunidad sus oraciones. «Ésta es una de las cosas que más llama la atención del que viene a visitarnos, porque se trata de una oración que no se escucha en los templos ordinarios, puesto que el sacerdote la realiza en silencio», explicaba Fray Rafael.
Precisamente «la celebración del triduo pascual con los franciscanos» es una de las ofertas destacadas dentro de la web de Sant Esperit junto a las jornadas de convivencia familiar franciscana.
Pero aparte de esta opción dentro del hospedaje, los que llegan a esta Casa de la Espiritualidad, como le gusta definirla al prior, también tienen la oportunidad de asistir a los cursos de yoga, psicología familiar y ayuda familiar entre otros, que ofrecen en este singular enclave profesionales de la materia que solicitan y presentan con antelación sus proyectos para que sean revisados por la orden para su aprobación.
Dentro de este tipo de propuestas está el curso «Conectando con la sabiduría corporal», que será impartido los próximos 25 y 27 de noviembre por parte de un médico y una psicóloga. Pero la naturaleza es una parte importante de este monasterio. La oferta deportiva que sugiere este paraje de la Sierra Calderona, es aprovechada por muchos de los que se hospedan para practicar senderismo, ciclismo de montaña, excursionismo y otras alternativas.
Fuente: www.levante-emv.com
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