El turismo religioso enseña idiomas
Los albergues del Camino del Salvador en Mieres y Lena han recibido 370 peregrinos en lo que va de verano; el 40% de ellos, extranjeros
La fe mueve montañas y en la comarca del Caudal también está enseñando idiomas. Los albergues del Camino del Salvador de Pajares, Pola de Lena y Mieres han recibido en lo que va de verano a 370 peregrinos. Un 40 por ciento de los usuarios eran extranjeros que realizaban la variante del Camino de Santiago que une León y Oviedo por sus creencias religiosas.
Los responsables de los albergues de la comarca del Caudal no llevan un registro de los motivos que mueven a los peregrinos, pero sí que observan un mayor interés por la religión en los que vienen de fuera. «Nos preguntan por las iglesias más próximas, se interesan por el horario de misas. Es algo que los peregrinos españoles no suelen hacer con frecuencia», explicaron los responsables del albergue municipal de Pola de Lena, con sede en el Hotel de Asociaciones.
La mayoría de los peregrinos extranjeros que han pasado por la comarca este verano llegaron desde Polonia. En el registro de usuarios también aparecen visitantes de Croacia, Alemania e Inglaterra. Fuera de las fronteras de Europa, el Camino del Salvador también ha ganado adeptos, con peregrinos de Brasil, Colombia, Estados Unidos y Australia: «Son muy educados y se interesan mucho por nuestra cultura. La mayoría alaba las instalaciones», señalaron en el Hotel de Asociaciones de Lena.
La fe crece en el extranjero, pero el perfil de peregrinos nacionales está cambiando. Los responsables de los albergues de la comarca han observado que los visitantes de España llegan cada vez con menos interés en el aspecto religioso del Camino y muchos hacen las etapas en bicicleta. «Nos parece que recorren el Camino como una forma barata de hacer turismo de aventura y deportivo», explican.
Lo que está claro es que la variante del Camino del Salvador ha ganado en popularidad. Este año ha crecido el número de peregrinos y, sobretodo, el porcentaje de visitantes extranjeros. Las razones están claras para los responsables de las instalaciones: «El recorrido está cuidado, hay muy buenas vistas y no está tan masificado como otras variantes del Camino de Santiago. Es una buena opción».
Las instalaciones de Pola de Lena están controladas por personal municipal, que se encarga de la limpieza y el correcto mantenimiento del Hotel de Asociaciones, además de las labores de recepción y cobro de las tasas. En Pajares, la encargada es una vecina del pueblo, Marisa González, y en Mieres también está al mando una asociación vecinal. Todos han aprendido un poco de inglés, casi sin querer, este verano.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/
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